¿Sabías que?...¿7 de cada 10 coches circulan con el líquido de frenos en mal estado?
El líquido de frenos juega un papel fundamental en la seguridad de tu vehículo y sus ocupantes, ya que es el encargado de transmitir a las pastillas y/o zapatas, la fuerza ejercida sobre el pedal de freno, por el conductor.
EN UNA FRENADA DE EMERGENCIA, CADA CENTÍMETRO CUENTA
Tu protección en 3 pasos:
1. COMPROBACIÓN DE NIVEL
El nivel del líquido de frenos debe situarse, siempre, entre las dos marcas de “Mínimo” y “Máximo” del depósito.
2. REVISIÓN DEL COLOR
El color del líquido de frenos debe ser amarillo transparente.
3. CHEQUEO DEL PUNTO DE EBULLICIÓN
Se debe comprobar el punto de ebullición del líquido de frenos, al menos una vez al año. El VALOR MÍNIMO DEBE SER DE 180º.Si es menor, debe cambiarse obligatoriamente.
Es recomendable chequear el nivel de líquido de frenos en cada revisión de mantenimiento.
Por seguridad, debe cambiarse entre el año y los tres años.
Si detectas alguna anomalía, acude rápido a tu taller de confianza.
CAMBIAR EL LÍQUIDO DE FRENOS REGULARMENTE ES VITAL.
SI SE IGNORA...
> Puede absorber humedad y su efectividad se reduce drásticamente.
> Se promueve la corrosión y el deterioro prematuro de los componentes del freno (bomba de freno, latiguillos, ABS...).
> Se disminuye la seguridad y se reduce la potencia de frenada.
> Al pisar el pedal de freno, éste se nota esponjoso y aumenta la distancia de parada.
SI SE REVISA...
> La frenada es más directa y estable.
> Aumenta la resistencia a la corrosión y oxidación.
> Se evita el deterioro prematuro del sistema de frenos.
> Se alarga la vida del sistema de freno.
SE DEBE USAR, SIEMPRE, LÍQUIDO DE FRENOS DE PRIMERA CALIDAD
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